sábado, 22 de agosto de 2009

Lo importante no es cuantos muros hayas edificado sino cuantos muros hayas mantenido

El proceso de evangelizar a alguien, de "convertir" a alguien al cristianismo, es un proceso, que si no se hace bien planificado, con orden y con estructura y sobre todo con fuerza de espiritú, no se logrará nada, y más bien es psible que el que se convierta sea uno, pero para mal, ¿de que vale haberles hablado de Dios a 500 personas si las 500 en menos de dos años se alejaran otra vez de Dios? Esto se debe a la poca preparación que tienen los "evangelizadores" y el poco temple y actitud para llegarle a la gente, se evangeliza con bases muy débiles, apelando a las emociones y a los sentimientos, se construyen muros de adobe, muro que no aguantaran mucho, y cuando se cae un muro, ¿Acaso se puede volver hacer otro muro con los escombros del muro caido? Hay que volver a construirlo, y será más díficil, ¿Si la gente no sabe que ideales y principios siguen, si no tienen arguemento con que defender sus ideas, como pretenderan no ser engañados? Serán personas de mente debil, que se acomodan a lo que piensa la mayoría

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